TEMA 1.3 Teoría y Estructura Sociales.
Estructura Burocrática y Personalidad.
Una estructura social implica
normas de actividad definidas con claridad en la que cada serie de acciones
esté relacionada con los propósitos de la organización.
La autoridad, el poder de
control es interesante al empleo y no a la persona que desempeña el papel
oficial.
La reglamentación o
formulismo se manifiesta mediante un ritual social más o menos complicado que
simboliza y apoya el orden del minucioso de los diferentes empleos.
Ordenaciones específicas de procedimientos fomentan la
objetividad y restringen el trabajo “rápido paso del impulso a la acción”.
WEBER:
La
burocracia supone una división tajante de actividades unificadas que se
consideran deberes inherentes al empleo. En la reglamentación se formula un
sistema de controles y sanciones diferenciadas. La asignación de papeles tiene
lugar a base de aptitudes técnicas que se averiguan mediante procedimientos
formularios impersonales.
Con la burocratización creciente, resulta claro a todo el
mundo que tenga ojos que el individuo está en un grado muy importante
contralado por sus relaciones sociales con los instrumentos de producción.
El mérito principal de la burocracia es su eficiencia
técnica, con una gran estimación, por la precisión, la rapidez, el control
experto, la continuidad, la discreción y la óptima restitución del gasto que
representa.
DEWEY:
Psicosis
profesional dice que se desarrollan mediante las exigencias que formula al
individuo la organización particular de su papel profesional.
VEBLEN
Y DEWEY: Toda acción puede juzgarse por lo que se logra o por lo
que no logra.
La estructura burocrática ejerce una presión constante
sobre el funcionario para que sea metódico, prudente, disciplinado.
Esta importancia de la disciplina, resultante del
desplazamiento de los objetivos originarios, produce rigideces y una
incapacidad para adaptarse rápidamente.
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