sábado, 5 de abril de 2014

Tema: 1.8. Gobierno, autonomía y participación en los centros escolares

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL
Ana Valeria González Sánchez
Bloque II. Las organizaciones escolares dimensiones, elementos y características.
Tema: 1.8. Gobierno, autonomía y participación en los centros escolares

La noción de gobierno comprende, de una parte, la actividad o proceso de gobernar y, de otra parte, todas las instituciones y esquemas relacionales implicados en dicha actividad o proceso; gobernar como conducir hacia una dirección. En este contexto, gobernar significa, fundamentalmente, guiar y dirigir, a lo cual se puede empezar confiriendo dos sentidos:
En primer lugar conducir a una dirección; o sea, llevar a un punto, término o destino, que vendrían representados por propósitos, fines o metas colectivas, en segundo lugar incluso proporcionar ese punto, termino o destino (o sea, esos propósitos, fines o metas colectivas).
Gobernar como coordinar, entendida en estos términos, la acción de gobernar implica, cada vez en mayor medida, la intervención de múltiples instituciones y agentes, no ya solo internos a una determinada organización sino también externos a ella, entre os cuales se establecen relaciones de carácter muy diverso.
Pueden ser diferenciadas, no obstante, dos acepciones sustentables de ser combinadas:
Una más restringida, en la que el gobierno viene a representar una modalidad de coordinación no jerárquica y una más comprehensiva, en la que dicha noción haría referencia, en lo general, a cualquier forma de coordinación social , lo que, no obstante, suele ser objeto de categorización en varias modalidades o formas básicas.
El gobierno como estructura. Precisamente, estas formas básicas de coordinación pueden ser consideradas como las estructuras en que se incardinan las relaciones que se establecen entre las diversas partes involucradas en la acción de gobierno.
No es fácil atribuir inequívocamente el gobierno a una determinada instancia unitaria que los ejerce sobre otras claramente delimitadas entre sí, antes bien, tiende a ser la resultante de la interacción entre múltiples actores, que gobiernan y son gobernados. Específicamente el gobierno ha sido asociado a los siguientes significados:
Tricker, 1984 señala que el gobierno es proporcionar una dirección u orientación general a la organización, con arreglo a las cuales poder discurrir la marcha de la misma
Cuckle, Dunford, Hodford y Broadhead 1998 señalan que el gobierno.
·        Supervisa y controla, las funciones ejecutivas de la dirección de la organización y, en general, el funcionamiento de esta.
·        Encauzar exigencias de instancias externas a la organización con intereses en ella, promover que se les dé respuesta satisfactoria, e incluso responder de ello ante tales instancias.
·        Proporcionar estimulo, iniciativa, apoyo, consejo u información.
Refiriéndose concretamente a los centro escolares, Cuckle, Dunford, Hodgson y Broadhead, consideran que el gobierno tendría por objeto “las grandes líneas de acción que determinan el carácter del centro escolar”, mientras que la dirección se ocuparía del “manejo cotidiano del centro, que traduciría la orientación y la identificación del centro a la práctica”
Gobernar implica decidir y disponer de capacidad para hacerlo, a menudo en virtud de una autoridad conferida. Las decisiones  ligadas al gobierno suelen estar referidas a políticas. Tradicionalmente se han venido entendiendo que esta expresión, principalmente, en la elaboración, formulación e implementación de políticas, comprendiendo estas finalidades básicas perseguidas y programas o servicios de gran alcance que habrían de regir la actuación de una entidad, o personas pertenecientes a ella, en un determinado ámbito o área.
Desde las últimas décadas, se ha ido produciendo lo que puede considerarse un proceso de descentralización del gobierno de los centros escolares en numerosos países, normalmente como parte de iniciativas más amplias. Karlsen la considera una “estrategia de  gobierno” empleada fundamentalmente por los gobiernos en diferentes sectores de la sociedad, incluido el sector educativo.
Dos advertencias parecen pertinentes antes de analizar el concepto:
En primer lugar, la descentralización debe considerarse un fenómeno no homogéneo, sino, más bien heterogéneo, que presenta una notable variabilidad en los diferentes países en que ha sido adoptada, sin prejuicio de las concomitancias que puedan identificarse. En segundo lugar que resulta prácticamente imposible identificar una plena descentralización, siendo lo más común que esta sea combinada con la centralización, o incluso que diferentes aspectos sean objetos de mayor o menos descentralización.
Hanson define la descentralización como “la transferencia de autoridad decisoria, responsabilidad y tareas, bien  desde niveles organizativos superiores a niveles organizativos inferiores, o bien entre organizaciones”. De acuerdo con Karlsen normalmente implica la transferencia de tareas y/o poder desde un centro a una periferia, teniendo aquí presente que uno puede considerarse polos de un continuo y, por tanto, referencias relativas dependientes de un contexto.
Entre la descentralización se debe de adoptar una práctica heterogénea para lo cual Hanson identifica las siguientes:
·        Desconcentración, que implica la transferencia de tareas, habitualmente relacionadas con determinadas funciones y definidas por instancias centrales, pero no de autoridad.
·        Delegación, que implica la transferencia de autoridad decisoria y la consiguiente responsabilidad, de las cuales, no obstante, puede volver a apropiarse discrecionalmente la instancia que efectúa dicha transferencia, retirando aquellas en consecuencia.
·        Devolución, que hace referencia a la transferencia, con carácter permanente, de autoridad decisoria y la consiguiente responsabilidad a una unidad con lo que puede actuar independientemente, en todo caso, hacerlo en un determinado sentido sin solicitarlo previamente.
La descentralización de los sistemas educativos ha ido acompañada de una aumento y desarrollo del grado de autonomía de los centros escolares; más aún, se puede incluso afirmarse, precisando el carácter de la relación entre uno entre otro aspecto, que “el aumento de la autonomía  institucional es alcanzado mediante la descentralización”
Conclusión: el gobierno desarrolla mecanismos para regular, sancionar, etc., que le permiten tomar decisiones dentro de la organización, cuando esta institución toma decisiones para su beneficio el estado no debe de involucrarse en estas decisiones sino le estaría restando autonomía a la organización.


Bibliografía: 1.8. Gobierno, autonomía y participación en los centros escolares. Portela Portuaño Antonio en González Ma. Teresa (2003) (coord.) Organización y Gestión de los Centros Escolares. Dimensiones y Procesos. Editorial PEARSON Prentice Hall. Madrid, España.

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