sábado, 26 de abril de 2014

Tema: 1.11. Cultura y subculturas organizativas.

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL
Ana Valeria González Sánchez
Boque II. Las organizaciones escolares: dimensiones, elementos y características
Tema: 1.11. Cultura y subculturas organizativas.

Los centros escolares no existen, ni operan como realidades separadas y al margen de lo que ocurre más allá de sus paredes, es decir de las culturas nacionales y las culturas locales de las que forman parte, y de sus sistemas socio-culturales, profesionales, políticos, artísticos, etc.
Las distintas instituciones que forman parte de la sociedad han ido desarrollando su propia cultura. La cultura escolar para referir aquella que caracteriza a esta institución y que se ha ido configurando históricamente muy mediatizada por las condiciones socio- económicas. Políticas, culturales que la rodean.
La cultura de la escuela, es un  componente que permanece y dura, un sedimento que se ha ido formando a lo largo del tiempo y que no es sencillo cambiar o modificar. Con frecuencia en los centros escolares no existe una cultura unitaria, univoca y compacta, sino subculturas diversas ligadas a grupos particulares o a unidades organizativas en el centro.
El clima de una organización no es más que una atmosfera o ambiente determinado, de modo que, aunque tengan estructuras similares, cada una  es distinta. Será con el desarrollo de los denominados modelos o perspectivas interpretativas cuando la noción de cultura organizativa adquiere una notoriedad destacable y cuando adquiere relevancia el análisis de los centros escolares como realidades culturales, que no pueden ser comprendidas al margen de cuales sean los parámetros valorativos, de interpretación y significación sobre los cales sus miembros constituyen y dan forma y contenido a la vida cotidiana y funcionamiento de la organización.
Se define que las culturas pueden y deben ser gestionadas, y se añade que son los directivos de la escuela los que habrán de desempeñar un papel clave a la hora de modelar, conformar, reorientar, en definitiva, gestionar la cultura del centro de tal manera que promueva la eficiencia y calidad del mismo.
La cultura organizativa se ha utilizado como metáfora para dar cuenta del centro escolar como realidad que va construyendo socialmente y en la que se van asentando determinados valores, supuestos, modos de hacer, etc. En otros se concibe como una variable, que puede ser gestionada con vista a conseguir una mayor eficacia y productividad en la organización.
Schein, que  define a la cultura como  “un patrón de supuestos básicos compartidos que un grupo dado ha inventado, descubierto o desarrollado al ir aprendiendo a hacer frente a sus problemas de adaptación interna y de integración interna, y que ha funcionado suficientemente bien como para ser considerando valido, y por tanto, para ser enseñado a los nuevos miembros como el modo correcto de percibir, pensar y sentir en relación con esos problemas”.
De ahí que los centros escolares no sean ni funcionen todos del mismo modo, como ilustran los ejemplos siguientes:
·        En unos existen una visión o concepción más o menos compartida acerca de que se pretende como organización, mientras en otros las metas y propósitos se plantean formalmente, pero en el fondo nadie sabe o tiene claro de qué va la organización.
·        Unos y otros varían en el grado de individualismo o de colaboración y apoyo entre profesores.
·        Mientras en unos la comunicación fluye en todas direcciones, con poca distorsión, y ello facilita y posibilita el que todos los miembros puedan acceder a la información y conocer los diversos aspectos relacionados con la vida del centro, en otros las dinámicas de comunicación tienden a ser secretistas, se crean capillas y la información se cierra a los miembros.
Pero no solo se habla de culturas en plural para expresar la complejidad del entramado cultural de las organizaciones escolares. También se utiliza otro concepto, el de subculturas, para aludir a que la cultura desarrollada en cada centro escolar, no siempre es coherente, cohesiva y compacta.
Los centro de primaria tienden a desarrollar una cultura caracterizada por la importancia dada a la atención y el cuidado a los alumnos, y por el sentido de propiedad y control que mantiene los profesores con respecto a los niños y niñas que tienen a su cargo en el aula. Los centros de primaria son organizaciones en las que suele predominar una cultura profesional del individualismo. Sus docentes tienden a tomar como punto de referencia básico el centro en su conjunto, más que sus unidades organizativas, existiendo una mayor conciencia de las metas del centro tienden a quedar más difuminada.
Por otra parte, los centros de secundaria se han apuntado que uno de sus rasgos culturales viene dado por la predominancia de un claro sesgo académico, muy relacionado con la orientación del docente hacia su área/asignatura y el contenido de la misma, y reflejada en la preocupación por trabajar con los alumnos los contenidos de sus respectivas materias. En los centros de secundaria tiende a ser más predominante y preeminente el logro académico del alumno, al que suele concedérsele más valor que a otro tipo de logros, la influencia importante que en los modos de ser y relacionarse los profesores en los centros de secundaria ejercen las estructuras departamentales, se ha insistido en que en los centros de secundaria tiende a desarrollase una cultura balcanizada, en la que los profesores, aunque no trabajan en aislamiento profesional, tampoco se relacionan y trabajan en colaboración con todos los colegas del centro, sino en subgrupos más pequeños.
Los departamentos, como señala Siskin son limites fundamentales que forman subculturas distintas dentro de las escuelas.
Firestone y Louis han apuntado que, en la configuración de subculturas ligadas a los departamentos, influyen particularmente dos factores: la interacción que se produce en torno al departamento y  su base disciplinar. Los departamentos son contextos importantes de interacción que, en los institutos pueden funcionar como micro-contextos relacionales diferentes entre sí. Los contenidos y formas de interacción que se desarrollan en cada departamento varían según los casos: algunos no constituyen un contexto significativo de interacción profesional frecuentemente y regular, otros cultivan internamente el aislamiento profesional entre los docentes o son conflictivos y están internamente fragmentados mientras en otros se desarrolla dinámicas de colaboración profesional. Por otra parte, en el centro  de secundaria los profesores lo son de materias o asignaturas concretas; suelen verse como especialistas y considera que lo lo que enseñan es crucial para lo que necesitan saber los alumnos.
Conclusión: En las organizaciones es de suma importancia la cultura porque cada individuo trae consigo una cultura que va aportando a la organización en su conjunto, de esta forma en cada departamento hay muchos subgrupos que se unen para un fin en común, la cultura influye dentro de la organización por que puede llegar a modificar el ambiente dentro de esta en la manera en la que los autores se involucran entre estos.

Bibliografía: 1.11. Cultura y subculturas organizativas. González Ma. Teresa en González Ma. Teresa (2003) (Coord.) Organización y Gestión de los  Centro escolares. Dimensiones t procesos. Editorial PEARSON Prentice Hall. Madrid, España

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