Tema 1. 19 “Experto Muy Cualificado, Gran Maletín y Referencias,
Se Ofrece Para Asesorar Centros Con Violencia”
Yatzsiri Lira Munive
Junio
23, 2014
1. Una experiencia de asesoramiento
1.1
No
queremos aquí a este alumno; ¿por qué no construye la Administración otro
centro de barrio?
En esta lectura el autor menciona que
se sitúa en un barrio de periferia de una gran ciudad, de origen rural y por la
implantación de las vías ferroviarias, se convierte en un sector de
implantación industrial. En la actualidad este barrio tiene una población de
125.000 habitantes, en la que los índices de población juvenil ésta en torno al
28.6%.
Hasta la actualidad existía un único
Instituto de Bachillerato público, atendido por un grupo de profesores con
cierto prestigio profesional; de hecho a algunos de ellos se la reclama para
participar como ponentes en actividades de formación. Entre el profesorado
aparecía un cierto sentimiento de “orgullo” por la ayuda que prestaban a
determinados grupos de jóvenes con aspiraciones de continuar estudios
universitarios.
Surge una situación que da lugar a la
aparición de algunos casos de violencia (robos bajo amenazas, insultos y
respuestas “groseras” al profesorado, destrozos en el mobiliario etc.). Las quejas
del profesorado no se hacen esperar y comienzan a volcarse a la opinión
pública, en la prensa nacional y local.
En prevención de posibles conflictos,
la administración autonómica toma la iniciativa de enviar al centro un
profesional con experiencia en tareas de asesoramiento de esta forma comienza
la intervención que se relata.
En primer contacto se pretende
realizar con el equipo directivo; por la complejidad de la situación del
momento, se concreta una entrevista a la que solo asiste la secretaria; esta se
compromete a transmitir la propuesta de apoyo al resto del equipo.
Posteriormente se consiguió una
primera reunión con el equipo directivo en pleno, y se presentó por escrito una
propuesta a negociar. Consistía en un plan abierto en el que se describían
algunas de las situaciones que ocurrían en el centro y cómo abordarlas desde un
trabajo en colaboración con el profesorado. Este plan incluía entre otras
acciones la presencia del asesor durante un día a la semana y la necesidad de
encuentros y reuniones semanales con un equipo interno.
Las situaciones más “llamativas”
aparecían en el primer ciclo de ESO, se aceptó conformar un grupo de trabajo
para la construcción de soluciones conjuntas en torno a las situaciones de
violencia, el cual se encontraba formado por todo el profesorado-tutor del
ciclo, el director, la orientadora, la trabajadora social, el profesorado de
Educación Compensatoria y algunos profesores de Bachillerato.
Al tratarse de problemas que afectaban
a todo el centro, teníamos la convicción de que era necesario implicar al mayor
número de profesionales que fuese posible, con la intención de asociar
voluntades.
Una vez aprobado este plan inicial, se
fijó una serie de actuaciones. Se inició el trabajo a las 9:00 horas con el
equipo interno, haciendo un balance de situaciones ocurridas durante la semana
anterior y de las acciones realizadas, insistiendo en la reflexión sobre las
mismas. A las 10:00 horas el asesor se reunía en el departamento de orientación
con la orientadora y la trabajadora social analizando las posibles medidas de
apoyo para abordar situaciones puntuales de conflicto y conjuntamente los
posibles contenidos específicos del trabajo.
Alrededor de las 11:30 horas el asesor
tenía un encuentro con un departamento didáctico
distinto cada semana, o con el grupo de tutores de tercero de ESO, representando
sus horarios y tiempos de reunión. Cerca de las 13: horas y hasta las 15:00
horas, se mantenía la reunión de trabajo con el primer ciclo de la ESO.
El autor también menciona que trabajar
con el centro de la manera descrita tenía que ver con una determinada
concepción de lo que supone asesorar un centro en la que, entre otras
consideraciones, la insistencia en la coordinación fue una de las piezas clave.
Ante la situación tan deteriorada y con una repercusión tan amplia en los
medios de comunicación, era necesario contribuir a crear un cierto referente de
orden que pudiese ayudar a colocar las preocupaciones en espacios y en personas
que las hicieran abordables.
Una de las características del trabajo
en el centro fue la facilitar información a todos y la de promover una fuerte
coordinación interna y externa de las actuaciones de apoyo y asesoramiento. El
“mito de la solución técnica” a los problemas de violencia era algo que se
vivía como la respuesta más natural.
El objetivo fue, conseguir que fuese
el propio centro el que elaborase una respuesta educativa propia a partir del
análisis de las situaciones que se estaban planteando.
Desde el “mito experto” se predica que
las soluciones debían ser concretas “prácticas” y útiles a corto plazo. El trabajo
de asesoramiento buscó la implicación de toda la comunidad educativa y en
particular del profesorado, desde el análisis de la práctica y desde la
reflexión que se generaba para hacer las cosas de manera distinta. El asesor
era consciente de la importancia de su posicionamiento en un entramado de relaciones profesionales,
personales y de poder.
El asesor procuro que se dotase de
contenido el trabajo de cada estructura del centro, para recobrarse su
prestigio y el liderazgo en la gestión de sus propias dificultades. Una vez
descrito un proceso de actuación asesora, se añadieron dos aspectos que
refuerzan la argumentación realizada sobre una determinada “manera” de entender
esta tarea. El contenido sobre el que se
asesora condiciona, en una parte importante, al estilo de actuación, el asesor
debe construir con el centro una posición teórica y práctica sobre el problema
que asesora, lo contribuye a su desarrollo profesional de manera privilegiada.
El autor para finalizar comenta, que
es importante tomar consciencia de los que denominamos violencia estructural la
que se perpetúa en el sistema mediante las presiones-agresiones de unos
colectivos sobre otros o de unas personas sobre otras. Se trata de un estilo de
relación muy extendido y propiciado por nuestra cultura: “el poder” se
convierte en un bien limitado que una persona o un grupo solo puede adquirir a
costa de que alguien lo pierda. Tema 1. 19 “Experto Muy Cualificado, Gran Maletín y Referencias,
Se Ofrece Para Asesorar Centros Con Violencia”
Yatzsiri Lira Munive
Junio
23, 2014
1. Una experiencia de asesoramiento
1.1
No
queremos aquí a este alumno; ¿por qué no construye la Administración otro
centro de barrio?
En esta lectura el autor menciona que
se sitúa en un barrio de periferia de una gran ciudad, de origen rural y por la
implantación de las vías ferroviarias, se convierte en un sector de
implantación industrial. En la actualidad este barrio tiene una población de
125.000 habitantes, en la que los índices de población juvenil ésta en torno al
28.6%.
Hasta la actualidad existía un único
Instituto de Bachillerato público, atendido por un grupo de profesores con
cierto prestigio profesional; de hecho a algunos de ellos se la reclama para
participar como ponentes en actividades de formación. Entre el profesorado
aparecía un cierto sentimiento de “orgullo” por la ayuda que prestaban a
determinados grupos de jóvenes con aspiraciones de continuar estudios
universitarios.
Surge una situación que da lugar a la
aparición de algunos casos de violencia (robos bajo amenazas, insultos y
respuestas “groseras” al profesorado, destrozos en el mobiliario etc.). Las quejas
del profesorado no se hacen esperar y comienzan a volcarse a la opinión
pública, en la prensa nacional y local.
En prevención de posibles conflictos,
la administración autonómica toma la iniciativa de enviar al centro un
profesional con experiencia en tareas de asesoramiento de esta forma comienza
la intervención que se relata.
En primer contacto se pretende
realizar con el equipo directivo; por la complejidad de la situación del
momento, se concreta una entrevista a la que solo asiste la secretaria; esta se
compromete a transmitir la propuesta de apoyo al resto del equipo.
Posteriormente se consiguió una
primera reunión con el equipo directivo en pleno, y se presentó por escrito una
propuesta a negociar. Consistía en un plan abierto en el que se describían
algunas de las situaciones que ocurrían en el centro y cómo abordarlas desde un
trabajo en colaboración con el profesorado. Este plan incluía entre otras
acciones la presencia del asesor durante un día a la semana y la necesidad de
encuentros y reuniones semanales con un equipo interno.
Las situaciones más “llamativas”
aparecían en el primer ciclo de ESO, se aceptó conformar un grupo de trabajo
para la construcción de soluciones conjuntas en torno a las situaciones de
violencia, el cual se encontraba formado por todo el profesorado-tutor del
ciclo, el director, la orientadora, la trabajadora social, el profesorado de
Educación Compensatoria y algunos profesores de Bachillerato.
Al tratarse de problemas que afectaban
a todo el centro, teníamos la convicción de que era necesario implicar al mayor
número de profesionales que fuese posible, con la intención de asociar
voluntades.
Una vez aprobado este plan inicial, se
fijó una serie de actuaciones. Se inició el trabajo a las 9:00 horas con el
equipo interno, haciendo un balance de situaciones ocurridas durante la semana
anterior y de las acciones realizadas, insistiendo en la reflexión sobre las
mismas. A las 10:00 horas el asesor se reunía en el departamento de orientación
con la orientadora y la trabajadora social analizando las posibles medidas de
apoyo para abordar situaciones puntuales de conflicto y conjuntamente los
posibles contenidos específicos del trabajo.
Alrededor de las 11:30 horas el asesor
tenía un encuentro con un departamento didáctico
distinto cada semana, o con el grupo de tutores de tercero de ESO, representando
sus horarios y tiempos de reunión. Cerca de las 13: horas y hasta las 15:00
horas, se mantenía la reunión de trabajo con el primer ciclo de la ESO.
El autor también menciona que trabajar
con el centro de la manera descrita tenía que ver con una determinada
concepción de lo que supone asesorar un centro en la que, entre otras
consideraciones, la insistencia en la coordinación fue una de las piezas clave.
Ante la situación tan deteriorada y con una repercusión tan amplia en los
medios de comunicación, era necesario contribuir a crear un cierto referente de
orden que pudiese ayudar a colocar las preocupaciones en espacios y en personas
que las hicieran abordables.
Una de las características del trabajo
en el centro fue la facilitar información a todos y la de promover una fuerte
coordinación interna y externa de las actuaciones de apoyo y asesoramiento. El
“mito de la solución técnica” a los problemas de violencia era algo que se
vivía como la respuesta más natural.
El objetivo fue, conseguir que fuese
el propio centro el que elaborase una respuesta educativa propia a partir del
análisis de las situaciones que se estaban planteando.
Desde el “mito experto” se predica que
las soluciones debían ser concretas “prácticas” y útiles a corto plazo. El trabajo
de asesoramiento buscó la implicación de toda la comunidad educativa y en
particular del profesorado, desde el análisis de la práctica y desde la
reflexión que se generaba para hacer las cosas de manera distinta. El asesor
era consciente de la importancia de su posicionamiento en un entramado de relaciones profesionales,
personales y de poder.
El asesor procuro que se dotase de
contenido el trabajo de cada estructura del centro, para recobrarse su
prestigio y el liderazgo en la gestión de sus propias dificultades. Una vez
descrito un proceso de actuación asesora, se añadieron dos aspectos que
refuerzan la argumentación realizada sobre una determinada “manera” de entender
esta tarea. El contenido sobre el que se
asesora condiciona, en una parte importante, al estilo de actuación, el asesor
debe construir con el centro una posición teórica y práctica sobre el problema
que asesora, lo contribuye a su desarrollo profesional de manera privilegiada.
El autor para finalizar comenta, que
es importante tomar consciencia de los que denominamos violencia estructural la
que se perpetúa en el sistema mediante las presiones-agresiones de unos
colectivos sobre otros o de unas personas sobre otras. Se trata de un estilo de
relación muy extendido y propiciado por nuestra cultura: “el poder” se
convierte en un bien limitado que una persona o un grupo solo puede adquirir a
costa de que alguien lo pierda.
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