BLOQUE III. ASESORAMIENTO AL CENTRO EDUCATIVO: NATURALEZA,
DIMENSIONES Y ACCIONES PRÁCTICAS.
TEMA: 1.17. Capítulo 9. Funciones de asesoramiento
Las tareas y funciones son
dimensiones instrumentales que pueden marcar el curso de la labor de asesorar.
Los profesores como iniciadores y principales agentes de los procesos de mejora
se apoyan, escudan o integran a otras estructuras de asesoramiento son las que
su autonomía y capacidad se vea potenciada, reflejada y proyectada hacia nuevos
retos, caminos y perspectivas propias de una verdadera comunidad profesional de
aprendizaje.
Hablar por tanto de territoriedad
de las funciones de asesoramiento para la mejora de las instituciones
educativas viene a decir básicamente que las tareas son poliédricas y la
realidad compleja, con lo que son contingentes con el modelo de asesoramiento
adoptado y con la capacidad y circunstancias de cada centro concreto.
Marcelo señala entre los
propósitos y tareas de los asesores el desarrollo de habilidades de
comunicación y conocimiento de los sistemas sociales que interactúan en el
centro al tiempo que desempañan otras funciones:
·
Establecer y mantener una comunicación abierta,
con un lenguaje comprensible, un discurso vinculado a situaciones de la práctica
y que retome la propia voz de los profesores, para lo que ha de saber escuchar.
·
Influencia mutua, permeable a necesidades y sentimientos,
pero también con cierta distancia profesional para no caer atrapado en redes culturales
o micro políticas, comprender y poder ayudar con objetividad de forma crítica.
·
Clarificación de expectativas, discute, aclarar,
negociar.
·
Legitimidad y credibilidad del asesor, ofrecer ciertas
recursos y logros concretos sin que ello hipoteque su papel ni desprofesionalice
al grupo.
Área y Yanes señalan que en ella
la función principal consiste en que el profesorado aplique en un proceso de
innovación y que se perciba al agente de poyo como alguien necesario y facilitador
del cambio; por ello en esta fase será imprescindible las tareas de:
·
Negociar y redefinir el rol y funciones del
asesor.
·
Hacerse nativo para comprender las claves
culturales y el desarrollo histórico del centro.
·
Alcanzar acuerdos y compromisos de colaboración
·
Apoyar la organización de una infraestructura
básica para el desarrollo del proyecto
·
Participar activamente en la construcción y el
mantenimiento productivo de redes de
canales estables y fluidos de comunicación e interrelación.
Las funciones también se pueden
agrupar de las diversas fases de os procesos de mejora.
·
Iniciación: valorar necesidades, capacidades y
recursos. Valorar particas en curso. Establecer metas claras, objetivos y
expectativas. Seleccionar o diseñar nuevas prácticas.
·
Desarrollo: proporcionar formación y apoyo a la
resolución de problemas y dificultades prácticas, así como otra formación
complementaria
·
Institucionalización: formar a los nuevos
profesores o resignados. Conducir el seguimiento y las sesiones de revisión.
Incorporar el programa a las directrices curriculares del centro.
Los centros como comunidades
profesionales de aprendizaje de seguir unos procesos de reflexión y mejora, en
los que las funcione de asesoramiento se plasman de manera diferencial. Pearn y
otros identifican diferentes momentos como necesarios para el desarrollo de
dicho proceso:
·
Examinar el estado de aprendizaje de una
organización identificando las áreas que requieren introducir cambios para su
mejora y com9o chequeo de los inhibidores y promotores del aprendizaje de la
organización.
·
Idear conjuntamente un plan de implementación,
identifica la situación de partida se aboca a diseñar planes de puesta en
práctica que determinen las responsabilidades y tareas, las cauces de
participación e implementación
·
Ayudar a gestionar el aprendizaje, es preciso
conocer el papel de los líderes y gestores de la organización y ayudar a llenar
de contenido este trabajo, puesto que la acción de los directivos es
determinante en los procesos de cambio.
·
De la formación al aprendizaje, una cultura de
aprendizaje tiende a ver el desarrollo como una prioridad permanente, por lo
que la formación como actividad separada puede inhibir la evolución de una
cultura de aprendizaje.
Capítulo 10: modelo
de proceso o la estrategia del proceso de asesoramiento desde la colaboración
una (re) visión desde la práctica
El asesoramiento colaborativo
debe ofrecer no solo una forma de trabajar sino también una finalidad clara
para ese trabajo. Unas de las ideas que el asesor debe dejar más claras es que
su posición en ese proceso no es la del experto que va a solucionar los
problemas del centro mediante la aplicación de un conjunto de recetas que solo
él conoce y esta porque en la mayoría de los casos las concepciones del
profesorado acerca del tipo de apoyos y asesoramiento que necesita están
dominadas por la tradición y por una
cierta mimesis con el tipo de relación que se establece habitualmente
con el alumnado.
Al hacer al centro la propuesta
de trabajo no hay que perder la perspectiva institucional d la relación que se
tiene que construir, pero más como una meta a medio plazo que como un requisito
inicial sin el que no se puede comenzar la transformación de la cultura del
centro. El inicio y el desarrollo den trabajos hace, habitualmente, con un
grupo de personas concretas que, dependiendo del tipo de centro, pueden ser o
representar a la mayoría o solo a una minoría del centro. Lo importante es
proponerse como tarea hacer crecer la participación e implicación del profesorado
y de la comunidad educativa en el proceso de cambio.
Es importante que el asesor pueda
ofrecer una visión a medio plazo externo como para que el centro se haga una
idea lo más clara posible de los compromisos que va a adquirir, de los recursos
que puede necesitar, del tiempo que ha de dedicar y de lo que puede obtener a cambio.
La denominación habitual modelo
de procesos es el aspecto más importante
del trabajo colaborativo: la generación de procesos y actitudes que faciliten
en las instituciones educativas la transformación de su cultura. Los procesos
de mejora que decida llevar a cabo los centros, lo que debemos procurar es que
esos procesos vayan desarrollándose progresivamente, tanto en cantidad como en
calidad, porque es el poso, el curriculum oculto, que va a ir asentando las
bases de una nueva cultura escolar y consolidación a lo largo del tiempo.
Los procesos de participación,
implicación y compromiso y deliberación y decisión conjunta podríamos decir que
constituye la estructura social, o también los valores más de carácter
organizativo, sobre la que se asienta el
trabajo colaborativo. La participación de todos los miembros de la
comunidad educativa en y con que se trabaja es una meta irrenunciable.
El asesoramiento debe procurar
que el profesorado realice las realice las tareas más convenientes en cada
momento, pero también que comprenda su necesidad y sentido para que las pueda
plantear y resolver autónomamente, sin necesidad de que el proceso de mejora
este dinamizado por el asesor, ni siquiera que esté presente físicamente.
El asesoramiento basado en la
colaboración dispone de un proceso de trabajo, constituido por una serie de
tareas claramente identificadas, para la investigación y solución de los
problemas prácticos que se planean los centros para mejorar.