Ensayo 1.11 Culturas y subculturas organizativas.
Administración y gestión educativa
Bloque 1
Nayeli Mariel Benitez Texcucano
Las distintas instituciones que forman parte de la sociedad han ido desarrollando su propia cultura. Esto es que se suele utilizar la expresión cultura escolar para referir aquella que caracteriza a esta institución y que se ha ido configurando históricamente muy mediatizada por las condiciones socio-económicas, políticas, culturales que la rodean. Una definición que se establece para referir a cultura escolar nos dice que es un conjunto de significados y comportamientos que genera la escuela como institución social. Las tradiciones, costumbres, rutinas e inercias que estimula y se esfuerza en conservar y reproducir la escuela.
La cultura de la escuela es un componente que permanece y dura, un sedimento que se ha ido formando a lo largo del tiempo y que no es sencillo cambiar o modificar.
Cada escuela es diferente y no es sencillo hablar de la cultura del centro escolar, pues de entrada no existe una acotación conceptual unánimemente aceptada de la misma. La cultura escolar hace referencia al conjunto de supuestos, creencias, valores, normas implícitas, rutinas y formas de hacer que se van construyendo socialmente en la organización, y que subyacen a lo que se piensa y se hace en el centro, así como sus traducciones prácticas y más concretas.
En los centros escolares no existe una cultura unitaria, univoca y compacta, sino subculturas diversas ligadas a grupos particulares o a unidades organizativas en el centro.
Niveles de la cultura organizativa. Schein considera que se pueden distinguir tres niveles de la cultura, unos más profundos y abstractos, otros más superficiales y concretos.
El primero son los artefactos y las normas que constituyen los aspectos más palpables de la cultura organizativa. Los primeros se refieren a como los miembros de la organización constituyen su ambiente: decoración del centro, distribución y uso de espacios, ambiente físico, documentos públicos como por ejemplo sus planes institucionales, trofeos, etc. Las normas constituyen las expectativas no escritas acerca del comportamiento aceptable y acostumbrado en la organización (por ejemplo, no criticar a los colegas delante de los alumnos o padres; manejar los propios problemas de disciplina cada uno; utilizar libro de texto en las aulas, etc.
Las normas se hacen valer a través de formas de presión y sanciones informales, y se refuerzan y hacen visibles a través de actividades que demuestran o enfatizan las formas de conducta que se valoran.
El segundo son los valores y hacen referencia a las concepciones más o menos compartidas en la organización acerca de que es deseable en ella ( por ejemplo, la confianza y colaboración y constituyen elementos básicos del trabajo escolar; la apertura al entorno es una condición necesaria para un adecuado funcionamiento del centro.
Por último se encuentran los supuestos tácitos, que representan el nivel más profundo, determinan como piensan, sienten, perciben los miembros del grupo u organización. Se pueden definir como los valores dados por sentado que se han ido interiorizando a medida que los miembros de la organización se han ido enfrentando a las diversas demandas y problemas organizativos.
Los artefactos, normas, valores y supuestos son los elementos que, de acuerdo con la definición que estamos comentando, configuran la cultura de una organización.
En las subculturas de los centros escolares, nos dice que nos todos los miembros comparten igualmente una cultura común, ya que las subculturas no están necesariamente ligadas a la pertenencia formal o presencia física en el grupo.
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